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martes, 17 de septiembre de 2013

DAVID LYNCH - THE BIG DREAM (2013)

Segundo trabajo discográfico del cineasta Estadounidense David Lynch, un confeso amante de Elvis Presley, enamorado tanto del rockabilly de los años cincuenta como del blues sureño, nos muestra como en su cabeza se decodifican estas músicas que dieron origen al rock n roll, ya sabemos que todo lo que pasa por el prisma cerebral del gran director de películas como Blue Velvet (1986) o Mulholland Drive (2001) ya no vuelve a ser igual, y tanto en sus trabajos audiovisuales como en sus discos y su arte en general tienen un sello distintivo incuestionable que lo caracteriza y es el de crear climas etéreos, somnolientos casi asfixiantes en algunos casos y eso para algunos puede traducirse como algo tedioso y para los incondicionales del cineasta puede transformase en algo sublime e insuperable.
En su anterior entrega Crazy Clown Time (2011), Lynch se volcaba mas hacia una electrónica espástica, creando atmósferas que tranquilamente podían servir de soporte para cualquiera de sus películas, pero que sin el sustento de las imágenes se tornaba en una escucha un tanto sin sentido, algo que podríamos denominar como un mero capricho del creador de Twin Peaks, el tipo tenía ganas de sacar un disco y se saco las ganas, sin resistir un mayor análisis, y lo escuchamos porque conocemos el nombre de su creador, sino está claro que sería un trabajo que pasaría completamente desapercibido. 
Pues bien con este segundo disco la cosa intenta ponerse más tracción a sangre, dejando de lado las bases electrónicas y focalizando las composiciones en un blues fantasmal, pero es solo eso, un intento que claramente se diluye en el recorrer de la escucha y no llega a buen puerto, la voz de Lynch (que no es un gran cantante) suena gélida y monocorde, voz que por momentos es susurrada o recitada un recurso valido pero Lynch no es Nick Cave ni mucho menos Tom Waits y el abuso de efecto en su garganta por momentos es cansador. 
Las canciones se van sucediendo una tras otra y parece que estamos envueltos en un espiral repetitivo, en un callejón sin salida, hasta la versión de “The Ballad of Hollin Brown” de Bob Dylan nos da esa sensación de deslucimiento constante.
Sin llegar a ser ninguna maravilla el bonus track “Im Waiting Here” en la voz de la cantante sueca Lykke Li  es de lo mas rescatable de todo el álbum al igual que la balada “Cold Wind Blowin”, las once canciones restantes que completan el disco son intrascendentes y en algunos casos rozan el aburrimiento, sin mostrar demasiados recursos creativos este segundo trabajo discográfico de David Lynch quedará en el olvido al igual que su debut, mientras esperamos la nueva película de uno de los mas geniales creadores del séptimo arte que seguro nos deslumbrara y nos llenara de emoción cosa que su música no hace.

Lean Ruano.-

LLOYD COLE - STANDARDS (2013)

Lloyd Cole and the Commotions  tomaron por asalto las radios británicas de indie rock a mediados de la década del ochenta, su carta de presentación era una mezcla  perfecta de pop ambicioso con folk delicado, ingredientes que convergieron en uno de los discos debut mas categóricos de la década, estoy hablando del magistral Rattlesnakes (1984), trabajo que podríamos atesorar tranquilamente entre otras dos obras tan imprescindibles como esta, la de sus contemporáneos Aztec Camera con High Land, Hard Rain (1983) y la de Prefab Sprout con su gran obra Steve Mcqueen (1985), esta sería una excelente trilogía para entender el pop británico de alto calibre y buen gusto de la época, pero tras ese deslumbrante despertar las cosas cambiaron de rumbo abruptamente para Cole y sus compañeros. Sus álbumes siguientes pasaron sin pena ni gloria, Easy Pieces (1985) vendió bien en el Reino Unido pero las críticas fueron lapidarias y Mainstream (1987) cayó directamente en el olvido de todos, ambos trabajos no fueron recibidos de la forma que se esperaba y Lloyd decidió encarar una carrera como solista, se trasladó a Nueva York con la intención de “endurecer” un poco su música y así fue que se rodeo con algunos músicos de la banda de Lou Reed que lo ayudaron a dar el puntapié inicial a una carrera con nombre propio, el cual plasmó en su disco homónimo de 1990.
Con el correr de los años el músico británico se transformó en un cantautor de bajo perfil, casi diríamos de culto y fue enlazando trabajos con diferente impacto, algunos picos compositivos y otros sin mayor trascendencia. Entre lo mejor de su carrera solista podemos mencionar Don’t Get Weird on Me Babe (1991), The Negatives (2000) y Music in a Foreing Language (2003).
Este nuevo disco abre con “California Earthquake” de la autoría de John Hartford, única canción de Standards que no fue compuesta por Cole y junto con el primer corte “Period Piece” nos dan un pantallazo general de cómo va a ser el sonido del resto del álbum.
Standards es el título del flamante álbum de Cole y es muy acertado, ya que, está plagado de clichés rockeros, en el buen sentido claro está, es un disco de rock clásico, cancionero, lo que llamamos comúnmente “un disco de rock adulto” pero no AOR.
Lo más destacado del disco son la melodía sombría de “Blue Like Mars” y la oscura “No Truck” ambas piezas nos presentan al mejor Lloyd Cole, ese compositor melancólico y sereno casi al límite de la canción confesional, pero también hay lugar para el mejor rock brit en “Opposites Day” y “Dimished X” encargada de cerrar el álbum.
Como paso en su anterior trabajo Broken Record (2010) también es de la partida Joan Wasser (más conocida como Joan As a Police Woman) y además cuenta con el aporte del ex Commotion Blair Cowan.
El músico británico que ya a pasado la barrera de los cincuenta, es un fiel reflejo de cómo envejecer y seguir haciendo música con dignidad, como es el caso de  sus admirados David Bowie y Bob Dylan, este no será el mejor trabajo de su carrera y ya hace tiempo que Lloyd Cole dejó de ser esa prominente estrella pop que la prensa auguraba en sus años mozos, para elegir un camino alternativo, el de las buenas canciones y transformarse en un cantautor deluxe e inspirado.
Lean Ruano.-