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miércoles, 15 de mayo de 2013

WIRE - CHANGE BECOMES US (2013)

Cuando escuchamos el nuevo trabajo de los monarcas del post punk, inevitablemente nuestra cabeza viaja hacia fines de la década del '70. Wire fue la banda emblema de esa corriente que quedó anclada a mitad de camino entre el punk rock de los SexPistols y The Clash y la oscuridad nihilista de Joy Division; quizás nunca alcanzaron el reconocimiento de estos grupos pero, siempre estuvieron vigentes como una banda de culto.
La banda británica comandada por Colin Newman y Bruce Gilbert editó su álbum debut Pink Flag en 1977. Sin duda años revolucionarios para la cultura rock, ya que, además de la explosión punk en Londres, también por esos días (más que interesantes artísticamente hablando), pasaban cosas como que David Bowie daba el puntapié inicial a su trilogía berlinesa con Low y unos meses mas tarde editaría Heroes, ambos álbumes a la vanguardia en materia de composición; Iggy Pop nos presentaba el magnífico The Idiot y Television sorprendía con Marquee Moon otra obra de antología. Dentro de este contexto musical se desarrolla el debut de Wire, pero su música no solo tomaba elementos del punk rock, sino también del art rock de bandas como RoxyMusic. Las canciones de Wire eran muy estridentes para ser pop y demasiadas sofisticados para ser punk, con el correr de los años este trabajo inicial sumado a Chairs Missing (1978) y 154 (1979) se transformaron en la trilogía fundamental del género, aunque en aquella época no se hablaba de post punk, ya que este término comenzó a utilizarse recién en la década de los 90s. Quizás sin saberlo los Wire estaban haciendo escuela para muchas bandas que a lo largo del tiempo los tuvieron como una de sus más grandes influencias.
Durante la década de los '80s el grupo editó algunos trabajos, pero ninguno con la trascendencia de sus primeros álbumes, ya en los noventas el silencio nos hizo pensar que no tendríamos material de Wire por largo rato, o tal vez nunca mas, pero volvieron con el nuevo milenio editando muy buenos álbumes, pero con poco rastro de sus condimentos naturales.  
Sus dos últimos trabajos Object 47 (2008) y Red Barked Tree (2011) se constituyen de excelentes canciones con pasajes muy interesantes, pero es difícil encontrar rastros del Wire de los años '70s en esas composiciones.
Este nuevo disco de la banda británica se compone de algunos demos que dejaron sin finalizar allá por 1979, canciones como “Eels Sang” que ya tocaban en vivo a principio de los años '80 son reconvertidas para esta ocasión con algunos sonidos aggiornados pero sin perder la potencia característica de siempre, “Adore Your Islands” otra de las canciones que mejor ejemplifica lo que es y fue Wire, esa mezcla perfecta de actitud punk con estructura pop, este nuevo disco es el que más se acerca a los primeros sonidos de la banda y lo podemos comprobar en temas mágicos como “B/W Silence”, “Magic Bullet” y “Love Bends” donde encontramos el ADN intacto de estos músicos londinenses, que por mas que no nos presenten  canciones nuevas, tampoco suenan a nostalgia barata ni a revival forzado por falta de ideas. Lo mas reconocible de este Change Becomes Us es la forma en que viejas maquetas se transformaron en canciones que suenan modernas y fluyen naturalmente en la discografía de la banda.
Luego de 35 años de su debut, Wire sigue manteniendo intacta la jerarquía que supo originar en sus años de gloria a base de un material interesante y sin hacer concesiones de ningún tipo de conformismo.
Lean Ruano.-


sábado, 11 de mayo de 2013

NOW WHAT?! - ¿UN NUEVO DISCO CLÁSICO DE DEEP PURPLE? (2013)


En diciembre de 2012, el cantante Ian Gillan anunciaba que en 2013 Deep Purple, lanzaría su decimonoveno álbum de estudio, el primero en ocho años desde Rapture of the Deep. Por fin, el viernes 26 de abril, la espera terminó y nos encontramos con Now What?!, que viene con una portada despojada que incluye tan solo un signo de interrogación y uno de sorpresa, ambos en tipografía grafitera. El perfecto icono para ilustrar las sensaciones que genera esta producción de Purple, en donde pasamos de la incógnita inicial a la sorpresa total, una vez que empezamos a escucharlo. Porque con Now What?!, Deep Purple demuestra que está vivo y eso ya es motivo suficiente para disfrutar a pleno con esa alegría, con la satisfacción de poder apreciar como este histórico grupo aún es capaz de realizar un álbum ambicioso, ecléctico y progresivo. Ni más ni menos. Un disco en donde la música del grupo, a partir de recursos simples y conocidos, empieza a complejizarse, alcanzando momentos sumamente disfrutables, en especial por el lucimiento del virtuoso Steve Morse en la guitarra, y la solvencia de Don Airey en los teclados. Ambos, son las estrellas indiscutidas de esta producción, en donde se muestran asentados y cómodos, ahora sí con autoridad, demostrando que ya son integrantes de Purple por derecho propio, y no los obligados reemplazantes de Blackmore y Lord, respectivamente. Es más, debido a que ya han pasado casi dos décadas desde que el mal llevado y paranoico Ritchie dejó su puesto vacante en el grupo, no son pocos los fans del grupo que ya han adoptado a Morse como su guitarrista preferido. El caso de Airey es particular, porque aunque lleve una década en el grupo, quizás sea este recién el primer álbum de estudio en donde realmente puede mostrar todo lo que es capaz. Es sabido que tiene mucho talento –algo que el público de Purple suele apreciar en las presentaciones en vivo del grupo-, pero su descollante labor en Now What?! sitúa a Airey en un escalón más arriba, demostrando que no es un mero imitador de Jon Lord. Es más, por momentos, Airey elabora un estilo pomposo más cercano a los popes del rock sinfónico, como Rick Wakeman o Keith Emerson, que poco tiene que ver con el clásico sonido de teclados de Purple.
Como decíamos antes, Now What?! es un trabajo muy rico en matices, porque el hecho de que tanto Airey como Morse tensen la cuerda musical lo más posible, ha llevado a Purple hasta un terreno de fusión prog, que da como resultado que en gran parte del disco Deep Purple no parezca Deep Purple, aunque sí un gran disco realizado por los músicos actuales del grupo con otras formas musicales no usuales en Purple… Hasta el mismísimo Ian Gillan está más expresivo y dinámico que en discos anteriores, porque aunque su voz algo gastada ya no sea capaz de realizar las proezas de antaño, nos sigue emocionando con su despliegue conmovedor, a veces sutil, a veces potente. Por supuesto, todo cambio de forma o propuesta no necesariamente es buena o mala de por sí. Obviamente que temas como “Weirdistan” o “Above and Beyond” son verdaderas obras maestras –sobre todo el primero-, dos canciones deudoras del sonido más clásico de la banda. Pero el resto del disco se relaciona más con el espíritu de Perpendicular, o sobre todo a la energía de Bananas, que a discos como Machine Head, Burn o In Rock. Incluso ciertos pasajes instrumentales remiten a los mejores momentos de Abandon, por su fuerza. Ok, hasta acá todo bien, porque seguimos tomando como ejemplos a discos anteriores de la etapa Morse de Purple, a la hora de compararlos con el actual. Sin embargo, hay algo más en la química del disco, y ese es el elemento más extraño en Now What?!: una pomposidad progresiva y sinfónica de la que el grupo nunca se caracterizó a lo largo de su trayectoria, ni siquiera cuando Lord los llevó hacia el ámbito de la música clásica cuando grabaron su obra Concerto for Group and Orchestra. De alguna manera, este “nuevo” sonido Purple, se plasma en un álbum comercial y digerible, en sintonía con el pasado pero sin sonar anacrónico. Tal como fue Perfect Strangers en su momento, con un espíritu renovador del sonido del grupo para lo que era la escena de los ´80, y con la calidad musical intacta que le aportan los miembros de Deep Purple al tipo de canciones incluidas en este Now What?! Una producción que además cuenta con una notable labor del gran (señores, de pie…) Bob Ezrin, el histórico productor de álbumes clásicos de Kiss, Lou Reed, Rod Stewart, Alice Cooper y Pink Floyd, quien le aporta a Deep Purple una amplísima gama de texturas y sonidos, sobre todo en las guitarras y teclados, a los que agrega sutiles arreglos y acompañamientos orquestales, además de un depurado registro de los restos celebres de la voz de Gillan, que suena en este disco como hace rato no la escuchábamos. Este trabajo de producción no se evidencia en las primeras oídas del álbum, sino que se tarda un tiempo hasta poderlo detectar y apreciar, pero es evidente que Ezrin es uno de los artífices fundamentales en Now What?! Un disco que nos muestra a una banda que aun sabe lo que quiere, aun capacitada para crear excelentes canciones. 
Una de ellas, la bella y emotiva “Above and Beyond”, fue dedicada a la memoria de Jon Lord, fallecido de cáncer de páncreas el año pasado. De acuerdo a Gillan, este tema ya estaba escrito cuando murió Lord, pero recién fue en ese momento aciago cuando se dieron cuenta de que la onda de la letra y la música tenían que ver mucho con la tristeza derivada de la perdida de este viejo amigo y ex compañero de tantos años, y por eso les pareció que era acertado dedicárselo. Por su parte, “A Simple Song”, el tema que abre el álbum, es climático, cambiante y atractivo, bien en la onda de Purple, porque Airey suena más Lord que nunca, y por indestructible vigencia de esa base histórica formada por Ian Paice (batería) y Roger Glover (bajo), sumados a la fineza de Morse en la viola. “Weirdistan” es un tema ambicioso, pomposo y de naturaleza prog, en el que Purple tira toda la carne al asador, mientras son acompañados por un ensamble de cuerdas en donde se nota la influencia de Ezrin. Sobre la mitad de este tema se destacan Airey, con un solo en teclado “a la Rick Wakeman”, y Morse, que hace explotar todo con su viola, hasta que un torbellino en phasing se va tragando, paulatinamente, toda la música del grupo, hasta que lo único que queda sonando es el bajo de Glover, quien ejecuta un mantra marcado, arrebatador. ¡Impactante! En “Out of Hand” predomina un clima opresivo, como el de un thriller, en especial por la inclusión de un acompañamiento orquestal, en donde el grupo se apoya para realizar una performance muy convincente.
Por el contrario, “Hell to Pay” es clásico rock purple que recuerda a “Highway Star” o “Speed King”, aunque está a años luz de estos dos clásicos. En “Body Line” la cosa se pone medio funk, en especial por su ritmo tan marcado, lo que termina redondeando un tema bueno pero no sobresaliente, más en la onda Abandon; y “Blood From a Stone” es un blues canchero pero algo reiterativo, en donde la nota más destacada la da Airey con sus teclados a la “Riders on the Storm”… Por su parte, “Uncommon Man” es un tema bien prog, en el que casi está de más la parte cantada por Gillan. Por supuesto, aquí se lucen Morse, Paice y Airey; quien, con un despliegue espectacular en los teclados, mezcla la sutileza con una potencia que recuerda a Keith Emerson. Sin dudas, “Apres Vous” es una de las piezas más elaboradas de Now What?!, una canción muy modernosa, sorprendente y cambiante, que te deja con ganas de más. La buena racha continua en “All The Time in The World”, otro muy buen tema, simple y sutil, en el Morse se luce con solo espectacular. Un tema que no tiene nada de sutil, porque va al hueso de una con su pomposidad y pretensión es “Vincent Price”, un ambicioso y bombástico homenaje al legendario maestro del horror en donde predominan el metal prog, los coros tremebundos, una guitarra eléctrica que imita al sonido del Theremin en un ambiente terrorífico acorde con el factótum de clásicos como House of Wax. Sin dudas, un tema bueno, pero que cansa por sus reiteraciones excesivas. El final del álbum llega con “It Will Be Me”, un clásico rock de tugurio, bien simpático. Un apropiado final para este disco comercial, pero de indudable calidad. Y eso sí que es una gran noticia, luego de 45 años de carrera de la banda. Porque “comercial” o “efectista” no siempre son sinónimo de pobre, ya que a veces esos calificativos también se pueden transformar en símbolo de algo accesible y muy disfrutable. 
En resumen, un disco para disfrutar una vez que uno reconoce que es inútil pedirle a Deep Purple que vuelvan a realizar otra obra maestra como Machine Head, u otro In Rock; porque ya lo hicieron en su momento y está bien así. Está en uno agradecer que sigan ofreciéndonos nuevas producciones o sufrir por lo que ya no son. Vale esta aclaración ya que en otras reseñas del disco se lamentan al considerar que con este disco Purple se había cagado en su historia. Porque, sin dudas, esta vía creativa por la que el grupo transita ahora los aleja un poco de sus discos clásicos. Por supuesto, que por propia voluntad y no por una presunta incapacidad técnica, porque es indudable que siguen demostrando su valía indiscutida como músicos arriba del escenario. Entonces, no hay más que decir: Now What?!, tómalo o déjalo. En mi caso, yo le doy mi aprobación. Porque es muy positivo encontrar a un grupo clásico de los ´70 no cayendo en la tentación de volverse una caricatura de sí mismo, y aun apostando a dar algo nuevo –dentro de sus posibilidades- a su público, cambiando un poco su sonido sin que eso tampoco signifique traicionar sus raíces. Y eso es Now What?!, un álbum muy bueno, dignísimo y una verdadera sorpresa para los que alguna vez pensamos, en vano, que Deep Purple era otro grupo que ya había dicho todo.

Emiliano Acevedo.-