Seguinos vía Facebook

Buscanos en Facebook como Secuencia Inicial y agreganos a tu perfil, compartimos videos y novedades.

lunes, 24 de septiembre de 2012

GUAZUNCHO - CAUCE (EP) (2012)


 Segundo Ep para el correntino Iñaki Zubieta, tras su debut como solista bajo el seudónimo de Guazuncho en el  2011 con el exquisito Ep Puertas. Ahora llega el momento de Cauce, un trabajo de melodías reposadas y climas acústicos con amplio margen para la experimentación sonora.
Este flamante trabajo  comienza con el instrumental “En La Avenida”, el cual nos introduce a “Donde Vajas” tema en el que podemos palpar sus raíces folklóricas. “El Jardin” con  pianos bien al frente marcando y acompañando una melodía sensible y de letra melancólica es una verdadera gema de pop somnolienta.
Zubieta es un músico multiinstrumentista que a sabido liderar grupos como Tovogan y Las Liebres, y en el cual podemos encontrar de las más variadas influencias, ecos desde el mas lisérgico Brian Wilson, pasando por Nick Drake mezclado con Animal Collective.
Apertura psicodélica  para el tema que da nombre al trabajo “Cauces” para convertirse en una bellísima canción de indie folk.
Estamos ante un artesano de la canción, un perfeccionista de la sencillez.
Ocho tracks de indie folk campestre conforman este segundo trabajo de Guazuncho,  muy recomendable para oídos inquietos dispuestos a escuchar cosas nuevas
Lean Ruano.-

Ambos trabajos de Guazuncho se pueden descargar de la página del sello Fuego Amigo www.fuegoamigodiscos.com.ar


MACHINE HEAD – DEEP PURPLE (1972)


Machine Head es el sexto disco de estudio de la banda inglesa Deep Purple. Este álbum, de los tiempos del vinilo, fue grabado en 1971 en Montreux, Suiza. Para ser lanzado al año siguiente y convertirse, al cabo de unos meses, en el disco más vendido de esta banda. Hoy, 40´ años mas tarde, se puede decir sin duda que se trata de uno de los más grandes discos de hard rock de la historia.
En este trabajo Deep Purple demuestra todo su potencial. Abarcando en sus temas un amplio espectro rockero, que se centra fundamentalmente en el hard rock, pero que incluye a su vez características del rock más clásico e incluso algo de blues. Ian Gillan (voz), Ritchie Blackmore (guitarra), Jon Lord (teclados), Ian Paice (batería) y Roger Glover (bajo)  son los intérpretes que llevaron a cabo esta obra maestra, dando una clase de lo que es la buena música.  Siete temas le alcanzan a este disco para romper moldes, abrir cabezas y dejar recuerdos imborrables, que quedan flotando en nuestra mente en forma de notas.
El álbum nos da la bienvenida con “Highway Star”, uno de los clásicos más reconocidos del grupo. Una canción bien heavy, con mucha calle y rebeldía. Con una batería fuerte que va delineando un ritmo veloz, solos de guitarra llenos de distorsión y la voz forzada casi con furia. Jon Lord señaló que se inspiró para su sólo de teclados en este tema en la música clásica de Bach, lo que devela la construcción de una banda que sabía muy bien lo que estaba haciendo.
Continuando el viaje aparece “Maybe I´m Leo” cómo un tema muy blusero. Donde Ritchie Blackmore nos cuenta con su guitarra un tono más apesadumbrado, y un bajo distorsionado que nos brinda una sensación de sonido continuo. En “Pictures of Home” vuelve el hard rock, con muy buenos solos de bajo y de guitarra, dibujando en el aire gloriosos riffs. Este tema nos va envolviendo y acercándonos hacia el metal en un ritmo que por momentos nos eleva y nos atrapa. “Never before” se presenta como un clásico tema de rock, cargado de guitarras y de potencia. Sin embargo demuestra también en algún punto un dejo Beatle, algo psicodélico y cierta cercanía a “Day Tripper”. Sin embargo, sin duda el éxito de este álbum y su trascendencia en el tiempo se debe a la presencia de un himno del hard rock: “Smoke on the Water”. Ese épico riff, inmortalizado por Ritchie Blackmore con su guitarra Fender Stratocaster, que se ha convertido en uno de los más famosos de la historia del rock mundial. Ese que todo estudiante de guitarra quiere aprender. Este tema, luego versionado por Black Sabath fue uno de los puntapiés iniciales hacia el heavy metal. Introduciendo mucha distorsión, tonos graves y solos de gran extensión. En este sentido se puede destacar también “Space Truckin” que nos carga de adrenalina, con impresionantes solos de batería, mucha distorsión y la voz de Ian Gillan, innovando la forma de cantar, con grandiosos agudos. Completa el disco otro gran clásico de Deep Purple: “Lazy”. Un tema mayormente instrumental, con una destacadísima labor de Ian Paice en la batería. Definitivamente este tema nos transporta a otra dimensión, generan fascinación esos juegos que van creando Lord y Blackmore, casi como una sesión entre amigos, donde el arte surge con maestría y naturalidad.
Un disco imperdible para amantes del rock, para fanáticos del metal y sobre todo para disfrutar del arte de una banda que ya dejó su huella en la historia.
Gustavo Rosatto.-

ELVIS PRESLEY Y LA CONTRACULTURA DEL ROCK & ROLL

http://spinacaricaturas.blogspot.com.ar/
Según el crítico televisivo de los cincuenta John Crosby, Elvis Presley era un “inenarrable intérprete joven vulgar y sin talento”. Mientras tanto, la revista Time advertía en 1956: “Sus caderas se balancean sensualmente de un lado a otro mientras que su cuerpo se mueve frenéticamente, como si se hubiera tragado una ametralladora”. El productor Phil Spector, por su parte, dijo: “No tienen idea de cuán grande es, realmente no saben.” Asimismo, Bob Dylan planteó que “Cuando escuché por primera vez su voz, supe que yo jamás trabajaría para nadie; y nadie sería mi jefe… escucharlo fue como salir de la cárcel”. Rod Stewart opinó que “Elvis era el rey. Gente como yo, Mick Jagger y muchos otros simplemente seguimos sus pasos”. “Si no fuera por él, no sé qué hubiera sido de la música popular”, pensó Elton John. James Brown, por otro lado, reflexionó: “espero encontrármelo en el cielo. Nunca habrá otro hermano del alma como él.” John Lennon sentenció simplemente que “Antes de Elvis, no había nada”.
Estas opiniones y reflexiones construyen el significado que adquirió Elvis Presley a lo largo de la historia de la música popular. Su aparición constituyó una revolución en la industria cultural norteamericana que luego se hizo mundial,  no porque hubiera inventado el rock & roll (ya que ciertamente no lo hizo) sino porque desarrolló un estilo personal que consistía en cantar fuerte y claro, acompañar el ritmo con el cuerpo de una forma nunca antes vista y dotar a la música de una pasión excepcional que era impropia de los cantantes blancos. En resumen, fue el primero en agitar las caderas y el público blanco quedó pasmado. Las reacciones no tardaron en surgir: los medios dominantes, indignados, lo calificaron de vulgar, inapropiado y hasta de maniático sexual.
Ahora bien, como dijo Dylan, para el espectro joven esto significó una expresión de libertad: el hecho de que los padres detestaran al extravagante músico de Memphis y a sus correligionarios trazó una línea entre la sociedad conservadora norteamericana y la juventud rebelde que se negaba a perpetuar las formas y las costumbres que se les imponían. Luego de la segunda guerra mundial empezó a gestarse una contracultura en Estados Unidos, que se manifestó primero en grupos minoritarios y luego floreció masivamente a mediados de los '50, y las industrias de comunicación masiva no tardaron en aprovecharla para crear modelos con los cuales los adolescentes pudieran identificarse. Así se popularizó el concepto de rock & roll (que no fue otra cosa que el término que utilizó el disck jockey Alan Freed en 1952 para rebautizar ante el público blanco al rhythm & blues, género existente desde los '40) y también surgieron personajes icónicos, como fue el caso de Elvis. Hollywood, por su parte, inmortalizó las figuras de Marlon Brando y James Dean en las películas The wild one (¡Salvaje!, 1954) y Rebel without a cause (Rebelde sin causa, 1955) respectivamente, como ejemplares de la nueva tendencia. De esta manera, la segregación racial también fue desafiada, ya que el público blanco comenzó a interesarse por las bandas negras de rock & roll, así como Presley también gozó de éxito comercial entre la población negra.
Lo que vino después es historia. Elvis fue tal vez la imagen más representativa de la primavera del rock & roll, que como tal, debió llegar a su fin y dar lugar a nuevos estilos y tendencias que siguieron dándole forma al género. Aún así, la incesante actividad del Rey en sus años de mayor éxito fue suficiente para la construcción del mito: hoy contamos con innumerables imitadores e infinitas versiones de sus canciones. Phil Spector estaba en lo cierto: es imposible determinar su grandeza, porque su leyenda crece todos los días un poco más.  
Juan Irurueta.-

lunes, 17 de septiembre de 2012

LINKIN PARK – LIVING THINGS (2012)

El nuevo cd de Linkin Park - Living Things, resulta una derivación lógica de los últimos trabajos de la banda. Este nuevo camino, emprendido desde su 3º álbum Minutes to midnight, propone un cambio de estilo, desde un metal “rapeado” hacia un pop/rock alternativo. Bajaron un poco la potencia que los caracterizó en sus orígenes y avanzaron hacia una experimentación de sonidos. Es así cómo se combinan en este trabajo el uso de sintetizadores, mucha participación de música electrónica y remixes (generados por su dj Joe Hahn), distorsión y coros que intentan unificar todos estos componentes.
Quedan en los temas algunos elementos que forman ya parte de la esencia de esta banda, cómo la gran voz y algunos gritos desgarradores de Chester Bennington, los recitados “hip-hoperos” de Mike Shinoda y la potente batería de Rob Bourdon
Sin embargo está claro tanto en sus temas, como en sus declaraciones en distintas entrevistas, que ya no se sienten cobijados por el metal. Construyendo así un nuevo período musical para esta consagrada banda. Hay en este disco hasta un cierto eclecticismo que combina desde baladas muy profundas, hasta un tema punk. Dentro del primer grupo se destacan temas cargados de poesía como “Castle of Glass”, una canción casi susurrada con un sonido metálico pero suave y un muy buen riff de guitarra introductorio a cargo de Brad Delson, que nos va enroscando en una espiral de sonido. En este plano se destacan también “Powerless” un tema muy sentido con un toque gótico y un muy buen trabajo del bajista Dave Farrel. Una de las canciones más profundas y llamativas de este disco es “Roads Untraveled” y su intro “Tinfoil”, musicalizado casi por completo por el tintineo de campanas y un piano de fondo que brinda armonía, notándose una influencia cercana a Bob Dylan
Estos temas otorgan un carácter un poco más íntimo que los anteriores discos de la banda. Acoplándose a las temáticas del álbum que buscan reflejar diversas historias de vida, vinculadas mayormente a angustias profundas, casi existenciales. 
Por otro lado, se escucha un tema como “Victimized” que es una canción punk hecha y derecha, de esas que provocan revoluciones, con mucha distorsión, batería a todo lo que da y la voz forzada. Entre uno y otro extremo se incluyen temas vinculados al rock alternativo, incluyendo combinaciones con el rap como “Lies, greed and Misery” y “Skin to bones”. Se puede encontrar también, una canción llamada “Burn it down” como un electro rock con un dejo de Depeche Mode
Aparece también, “Until it breaks” a puro hip hop casi sin la intervención de Chester. Por último, se destacan “Lost In The Echo”, “In My Remains” y “I'll Be Gone” como los temas mas Linkin Park del disco. Combinando el rock, la música electrónica y el rap, subiendo de a poco el ritmo hasta alcanzar más poder, pero sin la explosión a la que esta banda nos tiene acostumbrado. 
Es sin duda un disco que despertará nuevas sensaciones, tal vez decepción en sus más antiguos seguidores, sorpresa en quienes no conocían este rumbo y la oportunidad de escuchar algo distinto.
Gustavo Rosatto.-

BLOC PARTY - FOUR


Como lo indica su título, cuarto trabajo en estudio para la banda inglesa liderara por Kele Okereke, Bloc Party desde su debut con el sorprendente Silent Alarm (2005) fue una banda que dio la sensación de que ya habían dado todo de entrada y que les iba a costar muchísimo superar aquel prometedor debut. Y así fue disco tras disco fueron confirmando esta teoría, ya pasaron cuatro años desde la edición de Intimacy (2008) un trabajo regular y de lo más flojo que la banda había hecho hasta el momento. 
Tras el disco solista de su vocalista The Hunter (2011) y algunos proyectos paralelos de sus integrantes. La banda nos entrega este nuevo trabajo y a su vez la sensación es que se han querido poner mas solemnes y ostentosos, como si quisieran tomar la senda de sus compatriotas de Muse pero sin gracia. Apelan a riffs de guitarras insulsos y muy previsibles como en “So He Beigins To Lie” el tema que abre el disco, “3x3” sigue la misma senda con algo más de potencia y sería el tema mas aceptable de este trabajo. Con “Octopus” y “Kettling” parecen querer recuperar el sonido de sus dos primeros trabajos pero, se quedan sin gasolina a mitad de camino si a esto le sumamos el costado mas romántico de Okereke con dos canciones muy blandas como “Day Four” y “Truth”. 
Four es un trabajo que no solo no aporta nada en la carrera de la banda, sino que nos abre un inmenso signo de interrogación, ¿será posible que Bloc Party encause su carrera con sus futuros trabajos? Esta pregunta solo ellos la podrán responder. Por el momento nos queda este sabor agridulce y la confirmación de una banda que va de mayor a menor disco tras disco. 
Four un trabajo que ni el título tiene de original.
Lean Ruano.-


miércoles, 12 de septiembre de 2012

LLEGANDO LAS VENTIZCAS DEL OESTE, entrevista a Alejandro Schanzenbach


Dice que no es un artista de culto, y habrá que creerle nomás, aunque varios piensen lo contrario. Lo cierto es que Alejandro “El Alemán” Schanzenbach, hace años que viene forjando su propia leyenda de rock, desde el margen, largo y sin prisa. En los ´80 integró la banda Autobús, uno de los primeros grupos denominados “modernos” del rock nacional, tras lo cual tocó como músico acompañante de Andrés Calamaro (con quien grabó en Por mirarte y Nadie sale vivo de aquí) y de Moris. Luego llegaría su labor como solista, a partir de los ´90, aunque antes formara un grupo denominado con su propio apellido: Schanzenbach. La presentación masiva de esta banda se daría en La TV Ataca, el recordado programa de televisión conducido por Mario Pergolini. Así llegaría el segundo disco del grupo, Símbolo de los tiempos. Luego de que terminara este proyecto, Alejandro grabaría Ácido y miel. Ahora su presente se divide entre su grupo actual La Tolva, su actividad comercial, musical y docente. Esta es la historia de Schanzenbach, un autentico rockero del no tan lejano Oeste, ahí donde está el agite…
Por Emiliano Acevedo.-

¿Cómo fueron tus inicios en la música? ¿Cómo te formaste como músico? 
Empecé a tocar la guitarra a los 8 o 9 años. Al principio, leía lo básico en lo que respecta a material clásico, también tango y folclore. En esa época, en las fiestas, en mi casa se juntaba mi familia, y había unos tíos míos que tocaban guitarra, bandoneón… Hasta un baterista había… (risas) Eran unos viejos locos y copados, y esa creo que fue mi influencia más grosa. Bueno, seguí estudiando, y por ahí dejaba un tiempo, pero como tocaba no era necesario estar con maestros. Así estuve, estudiando música, a veces sí, a veces no; hasta que luego de los 12 o 13 años no estudié más. En eso, un día vino un amigo de mi barrio (San Antonio de Padua) y me invita a tocar el bajo en un grupo. Ahí eran todos más grandes que yo. Imaginate que cuando me invitó a tocar le pregunté que era un bajo… ¡Yo no tenía ni idea! El me dijo que era como la guitarra pero con cuatro cuerdas… (risas) Así que fui y ya no lo dejé más. Yo tenía 15 años

¿Qué artistas y discos eran tus preferidos en esas épocas iniciales?
En esa época, iba a bailar y veía muchas bandas. Me gustaba mucho el rock pesado, pero escuchaba de todo. La verdad, en vivo era emocionante ver a grupos como El Reloj, Pappo´s Blues, Aeroblues, La Máquina de Hacer Pájaros, Invisible, Spinetta… También vi a Pastoral, Los Jaivas, y un montón más…

¿Cómo era iniciarse como músico de rock a fines de los´70, principios de los ´80? 
En mi caso, en el año ´79 fui a laburar al circo Real Madrid, que tenía una orquesta de 10 u 11 músicos y estaba buenísimo. Me pagaban buena plata y yo era feliz. Eso duró hasta el último día del ´79 porque en el ´80 tenía que hacer la colimba. Así que largué el circo y seguí tocando por aquí y por allá. Durante esa época ya me había comprado el (bajo) Fender Precision que todavía tengo, y bue… Se me vino el Servicio Militar encima, nomas. Esa experiencia tuvo cosas interesantes porque allí aprendí a tocar el tambor, y también el bajo, con la banda del RI 6 de Mercedes. Así que todo bien, seguía tocando, armamos una banda hecha con pibes de afuera y compañeros de la colimba, y tocábamos en Mercedes y en otros lugares. Hacíamos covers y temas nuestros. También laburaba con los milicos durante los carnavales, tocando música de artistas internacionales. Cuando me dan la baja ya estábamos en mayo del ´81, y a partir de ahí armé varias bandas, y seguí tocando por la zona Oeste del Gran Buenos Aires, hasta que me convocan y acuartelan para la guerra de Malvinas.

¿Y como fue tu participación en Malvinas, y cual es el tipo de reclamo al que estás adhiriendo en la actualidad?
Lo que pedimos es que se nos reconozca como partícipes de la Guerra de Malvinas. Estuvimos con un píe en el Hércules, y no es justo que ni siquiera nos tengan en cuenta. Sobre todo pensando que hay miles de tipos que cobran pensión de excombatientes y no fueron. Bueno, nada, creemos que es justo que haya un escalafón y se nos reconozca. No estuvimos en Malvinas, pero estábamos listos para ir y hacíamos logística en el continente. No pretendemos ser iguales que los compañeros que fueron a Malvinas, pero estuvimos ahí. En junio del ´82 me dieron la nueva baja y así retomo mi historia con la música.

¿Qué balance hacés de tu experiencia en Autobús? 
Pasó que, tocando, en algunos viajes me crucé varias veces con los Autobús, que en esos tiempos eran un trío acústico. Incluso, con Miguel Gabanelli (guitarra) habíamos tocado en otras bandas, y con Meno (Rubén Fernández, voz) nos conocíamos de Padua. En esa época, éramos pocos los que hacíamos música en la zona, y por eso nos conocíamos todos... Cuando deciden electrificar a Autobús me dan un casete que traía tres o cuatro temas, para que los escuchara. Los saqué y fui a un ensayo de la banda, y nos pusimos a tocar. En ese momento, también habían entrado al grupo Gaby Kerpel (teclados), Ricky (Ricardo González, batería), junto a Miguel y Meno. Así empieza la historia de Autobús como grupo. Empezamos a tocar y no paramos hasta diciembre del ´85. Fueron tres años de no parar de tocar, hicimos dos discos (Maten al Último Romantico, 1983; y Bailando Sobre los Escombros, 1984) y nos presentamos junto a todas las bandas de la época: Soda Stereo, Sumo, Zas, GIT, Lebón, Páez, Los Abuelos de la Nada, Suéter, Los Twist, Charly, Virus, Los Enanitos Verdes, etc… Luego, paramos, nos fuimos a una quinta en Merlo, y empezamos a trabajar en lo que sería el tercer disco del grupo, pero ya no era lo mismo. Se había ido Kerpel y la banda estaba sin brújula.

¿Cómo te integrás a la banda de Calamaro? 
Paralelamente a esto que te contaba, Calamaro produce el segundo disco de los Enanitos Verdes, y de ahí viene la conexión con Andrés, porque un par de personas de la producción le propusieron formar una banda al Cala. Fijate, si leés en el librito del disco Nadie Sale Vivo de Aquí, hay una parte que dice “banda fundada por Quique García y Oscar Saavedra”. Ellos fueron los que mediaron para que nos juntáramos con Andrés y empezaramos a tocar. Calamaro ya nos conocía de Autobús, y nosotros a los Abuelos, pero nunca habíamos hablado, sólo nos conocíamos a la distancia. Bueno, así fue que nos juntamos en el invierno del ´86 en una sala de (la calle) Montañeses, en Belgrano. Empezamos tocando Ricky, Andrés, y yo. Luego vino Gringui (Herrera) y ahí, digamos, se formó la que luego sería la banda de rock de Calamaro. Más tarde, se sumó al grupo el venezolano Petrina, que un año después sería remplazado por Ariel Rot. Ariel solía venir bastante seguido a nuestros ensayos porque era amigo de Cala. En fin, todo éste proyecto se iba desarrollando, y paralelamente seguía tocando en Autobús. Es más, llegamos a hacer algunas presentaciones en el recordado programa de TV Feliz Domingo, Autobús y Calamaro, tocando ambos grupos el mismo día. Esa era una época en que se tocaba bastante en la TV, ¡y en vivo! Eso estaba bueno porque tenía mucha llegada a la gente, y sobre todo al interior del país, en donde era difícil llegar, por los gastos y demás cuestiones. Así que seguí adelante con ambos proyectos musicales. Como te decía, a comienzos del ´87 grabamos el tercer disco de Autobús (El Amor es un Sueño Americano), que sonaba muy bien, pero había un cambio evidente en la música. En cuanto al sonido del grupo, éramos otra cosa, y fuimos perdiendo fuerza en el proyecto. Al mismo tiempo, con Calamaro empezábamos a tocar cada vez más.

Y así llegan a grabar Por Mirarte... 
Sí, a fines del ´87 nos encerramos en la sala de los Soda, en (la calle) Naón –en los que después fueron los estudios Supersónico- y preparamos Por Mirarte… Cuando digo “preparamos”, hablo en plural porque toda ésta historia la veníamos haciendo con mi compañero de Autobús Ricky González, él en batería y yo en bajo. Si bien, con Autobús habíamos compartido escenario con casi todo el mundo, ya con Calamaro nuestra colaboración fue bastante más lejos, ya que participamos del (festival) Rock in Bali (en enero del´ 87), junto a Fricción, Sumo, Soda, Virus, Los Violadores, y todo eso. Grabar Por Mirarte fue una experiencia muy buena por lo rico que era "trabajar" con Andrés. Había una propuesta clara: todos tocábamos los que había que tocar y no se hablaba. Sólo se tocaba. Todos sabíamos que era lo que hacia falta, y así se armó ese disco, con algunos temas que tocábamos en vivo y muchos que se terminaron de armar en el estudio. Luego, tuvimos un año ´88 muy movido. Porque, al contrario de lo que se dice, Por Mirarte fue un éxito. Por lo menos para nosotros, que no paramos de tocar durante todo ese año, de norte a sur y de este a oeste… No parábamos, estábamos de gira siempre. Justo cuando salió Por Mirarte dejamos Autobús, y Autobús se termina luego de unos shows en Paraguay...

Luego participaste de la grabación de Nadie Sale Vivo de Aquí (1989), el que algunos consideran uno de los mejores álbumes de la carrera de Calamaro, aunque no haya sido un éxito de ventas...
Con respecto a Nadie Sale Vivo de Aquí, ese disco se grabó en plena época de hiperinflación. Había mucha locura, veníamos tocando mucho, y cuando fuimos al estudio nadie sabía que era lo que íbamos a hacer, ni siquiera Calamaro… Así que nos encerramos en (los estudios) Panda, y así salió ese disco fresco, simple y profundo. Era una época de cambio para todos. Muchas giras, mucha música, y mucho de todo… Éramos una Banda –así en mayúscula-, porque, si bien había una cabeza visible, todos trabajábamos en equipo, y por eso salieron esos dos discos. Creo, en rigor de verdad, que si hubiésemos firmado todo lo que hicimos, casi todos los temas tenían participación de todos nosotros. Pero la realidad es otra, casi siempre, y así uno va creciendo y aprendiendo de las trampas que tiene la música, acerca de lo que uno gana y lo que tendría que ganar, lo que se esconde, lo que te dan y lo que no… Empezás a pelear por tus derechos, y, en mi caso, ahí terminé -o comencé, mejor- una nueva historia con 4 Caras, previo paso de tocar con Moris. En el ´90 toqué en la despedida de Calamaro, antes de que fuera a España, y dos meses después del regreso de Moris, ya estaba trabajando en mi propio material.

¿A Moris cuándo lo conocés?
En el ´88, cuando Calamaro lo invitó a tocar unos temas en Cemento. Después, en el ´90 armamos Basterrícolas, un grupo que habrá hecho unos 7 u 8 shows, y Moris vino a ver varias de esas presentaciones. Ya sabíamos que Calamaro se iba a España. Por su lado, Rot iba y venía. En eso, Moris empezó a preparar su vuelta a la Argentina, y a tocar en el (Teatro) Coliseo. Así, empezamos un periodo en el que no paramos de tocar juntos. En el medio de todo eso, con parte de esa banda y algunos otros viejos amigos, grabamos 4 caras en Panda, en mayo del ´91, y estuvo guardado hasta setiembre del 92, que es cuando fue editado el disco...

Así llegamos a tu grupo Schanzebach ¿Qué recordás de ese proyecto? 
Bueno, yo me había unido a (Jorge) Daffunchio, y trabajábamos las letras juntos, sobre todo las del primer disco. Yo era consciente que todo era igual de importante: letra, música, músicos… En fin, todo. Empecé grabando demos, y de ahí salió 4 Caras (1992). Ese fue un disco de demos, y eso explotó.

¿Por qué se termina Schanzebach y te hacés solista?
No hay demasiada diferencia entre mi labor en la banda Schanzebach y mi trabajo posterior como solista. Yo siempre trabajé como solista, no hay quiebre en los tres discos. En uno salí a tocar como trío, el segundo (Símbolo de los Tiempos, 1994) fue hecho por un cuarteto, y Ácido (2003) casi lo grabé yo solo. La única diferencia es que en los dos primeros discos había banda y en el tercero no…

¿Por qué estuviste tanto tiempo sin editar material nuevo, entre tu segundo y tercer álbum? 
Sin embargo, en el ´97 empecé el proyecto Underbach ( instrumental , con algunos temas que luego incluí en Ácido y Miel), y toqué mucho con el formato instrumental hasta el 2000. En 2001 empecé a estudiar el profesorado de Lengua. Si bien seguí tocando -porque, al mismo tiempo, armé una banda- le di duro al estudio, y hasta el 2004 me mantuve cursando la carrera en el profesorado en Moreno (me faltan tres materias para terminar tercer año, y me queda cursar cuarto año para recibirme). En resumen, el tema es que colgué con el estudio, y recién ahí medio que retomé la musica en serio e intenté armar una banda que luego devino en mi proyecto actual La Tolva...

En los ´90, propuestas artísticas como la de tu grupo tenían buena difusión, apareciendo en programas de televisión y radio. ¿Por qué pensás que eso ya no existe más? 
El hecho de que yo haya tocado en TV y radios grandes tuvo que ver con un momento, y con un disco que le gustó a los difusores y en vivo era muy fuerte. Tenía todos los atractivos para que sonara en todos lados y eso fue lo que pasó. Así, no paramos hasta tocar en River con los Guns, y seguimos… Ahora, si vos hacés un disco bueno o muy bueno, tenés contactos, y la banda suena bien, tenés posibilidad de que eso funcione, pero tienen que estar los astros alineados. (risas) Durante años, he trabajado mucho, produciendo a varios personajes a los que les ha ido más que bien, pero eso del negocio de la música es muy ingrato. Muchas veces, el tema de la difusión fue difícil. Siempre fue igual: en los 70´, 80´, 90, etc., etc… Ahora, quizás, sea más difícil aun, pero hay lugares en donde se puede tocar, y también hacer TV en canales abiertos. Cada época tiene lo suyo. Hoy, creo que hay que estar más atentos. El pop arrasa pero el rock también tiene lo suyo, Internet ha cambiado casi el formato del disco, ahora tenés mp3, mp4, cd, vinilo, casete… Hay de todo y para todos. Solo hay que encontrar el conducto para poder desarrollar un proyecto musical. Con mi proyecto actual de La Tolva creo que estamos alcanzando un muy buen nivel de temas, el grupo suena, y ahora hay que terminar de grabarlo, mezclarlo, y que salga… Pero eso cuesta guita, mucha guita. Nosotros lo estamos haciendo por "monedas", en base a nuestra experiencia, y después habrá que tener el culo suficiente para que pueda entrar por algún lado, que llegue a la gente.

Contanos acerca de algún show que recuerdes especialmente, tanto aquellos que hayas presenciado como espectador como aquellos en que hayas participado como músico arriba del escenario. 
No hay un único show en particular que me haya marcado. Recuerdo a muchos artistas que vi en vivo. Demasiados, creo: Prince, Jaco Pastorius (con Weather Report), Stanley Clarke, Albert King, B.B King, James Brown, Lou Reed, Iggy Pop, Los Ramones, Peter Hammill, Robert Fripp, Buddy Guy, Neil Young, John Fogerty… Todos ellos -y muchos más- influyeron en todo lo que hice y hago. También admiro muchísimo a músicos como Hendrix, Marley, Los Beatles, Los Stones, Los Doors, Elvis, Bo Diddley, Vaugham (tanto Jimmie como Stevie), Peter Tosh, Cream, Allman Brothers… Creo que haber tocado con músicos argentinos muy conocidos –y no tanto- , así como tomar café, charlar, y pasar horas junto a ellos, es algo de lo que uno puede siempre va a estar contento, y algo que me encanta poder seguir haciendo.

Y a nivel general, ¿qué tipo de música y artistas te gusta escuchar? ¿Cuál es tu opinión del presente de la música rock y pop internacional?
El rock actual no me interesa. Me parece que todo es un gran negocio y que no hay nada nuevo, todo es copia de copia. En mi opinión, la música en general murió con el disparo de Kurt Cobain. Con el fin de Nirvana se terminó todo. Por supuesto que hay tipos interesantes como Beck, John Mascis de Dinosaur jr, Sonic Youth, y un montón más; pero la música perdió la brújula. Quizás tenga que ver con que la cantidad de oferta es abrumadora. Es una invasión. Cuando fui a ver a Ringo Star, me rompió el bocho con su show de rock y, por supuesto, por toda esa movida que hizo el loco, al poner a tocar en su banda a tipos que se estaban rehabilitando, y hacer una gira con ellos. Así, rescató a un montón de músicos que estaban en el horno. Otra movida similar fue la de Ry Cooder con el Buena Vista Social Club, cuando sacó de gira a viejos músicos cubanos, que muchos pensaban que ya estaban muertos; y resulta que era todo lo contrario. En el rock nacional no creo que haya nada nuevo. Las bandas nuevas que escucho en la radio son todas muy pop, una mezcla de Fito con Calamaro, Charly García, Pappo y, ahora, Spinetta… Muy pobre nivel. Creo que Miranda fue, de lo último que apareció, lo único que mostró algo diferente, pero lo suyo no es lo mio. En Padua tengo mi negocio en donde vendo libros y music, doy clases de bajo, guitarra y canto; grabo, pre produzco, etc.; y tengo posibilidad de escuchar de todo, pero, como te decía antes, no hay nada nuevo. Por eso siempre termino escuchando a Hendrix, Los Beatles, Tom Waits, Bowie, y todo lo que me gusta. No me da para escuchar nada nuevo, por lo menos un disco entero de nadie. Por otro lado, las compañías discográficas, con el tema de los contratos, venden shows, discos, videos, etc.; pero todo es mero business. Un tipo que me parece interesante es Santaolalla. No me gusta mucho lo que hace, pero me parece bueno que el tipo se las arregle para vender tango y folclore electrónico al mundo, y eso está bueno…

¿Cómo te relacionas con la fama derivada de tu actividad artística? ¿Te considerás artista de culto?
No me considero de culto, soy un músico que trabaja, y la verdad es que no tengo demasiado claro eso de la llegada. Muchas veces me hacen llegar videos o grabaciones mías. Es divertido hacer cosas y que otros las tomen en cuenta.

¿Cuáles son tus proyectos actuales, y en un futuro inmediato?
Desde hace unos años estoy trabajando con mi trío La Tolva. Hemos editado tres EP, y ahora estamos terminando nuestro primer disco grande, que incluirá 12 temas. Con este proyecto de La Tolva hasta fuimos a tocar a la Antártida. Fuimos el primer grupo que tocó en la Base Marambio. Mi idea, con La Tolva es seguir el ”Plan A”, que es hacer una canción que se inmortalice. Espero lograrlo por lo menos una vez. Con 4 Caras estuve cerca, o en algún otro punto logré el cometido, pero ahora voy por más; con la diferencia de que en La Tolva trabajamos como grupo. Siempre es difícil empezar proyectos casi desde cero, pero estamos muy bien encaminados. El grupo está formado por Fatiga (Paulo Dacal) en batería y voz, Diego Boris en guitarra y voz, y yo toco el bajo, trabajo con las bases, y en las grabaciones también toco guitarras, teclados y canto. Somos un trío de tres cantantes.

¿Cómo llegaron a tocar en la Antártida?
Lo de la Antártida salió, por un lado, trabajando, y también por tener contactos que están relacionados con el tema de la Ley de la Música, y su intensión de expandir el arte hacia todos los lugares… Ah, me olvidaba… Tengo un disco acústico, que en algún momento voy a editar, con canciones que están relacionadas con eso que hoy te decía de trabajar con el formato de canción y trabajando con letras, también estoy tocando en vivo con mi esposa "Brene", desde hace poco más de un año, un material tradicional de country - folk en inglés, y es una experiencia muy rica, por el hecho de tocar canciones que traspasaron el tiempo, y por subir a un escenario con la familia.
Como siempre, vinculado a la emoción de tocar. Lo mismo que vengo haciendo desde 4 Caras. Como ya sabés, siempre es lo mismo: Hay que seguir, la canción sigue siendo la misma, y si aparece una buena, puede pegar. Nunca se sabe, lo que sí es que no hay que parar... ¡¡¡Se viene La Tolva!!!

(Más información sobre La Tolva: http://www.latolva.com.ar)

Secuencia Inicial.-

NEIL YOUNG & CRAZY HORSE – AMERICANA (2012)


Corría el año 1969 y el cantautor canadiense Neil Young editaba su segundo trabajo como solista Everybody Knows This Is Nowhere en esta ocasión formaría una banda para que lo acompañe en el estudio y la bautizaría Crazy Horse en honor a un carismático líder indio del siglo XIX. Un trío formado por Danny Whitten en guitarra, Ralph Molina en batería y Billy Talbot en bajo, dicho álbum estaba plagado de canciones que se trasformarían en clásicos como “Cinnamon Girl”, “Down By The River” y “Cowgirl in the Sand”, para 1975 Young volvió a convocarlos para grabar otra obra maestra Zuma Frank Sampedro reemplazaría a Whitten fallecido en 1972. El último trabajo en conjunto entre Young y su banda date del año 2003 y se titula Greendale y es una obra conceptual sobre una familia oriunda de una ciudad ficticia del norte de los Estados Unidos un trabajo que no tuvo la relevancia que si habían alcanzado con el atronador Ragged Glory (1990) anticipándose al tornado grunge que se avecinaba por esos días. 
La carrera de Neil Young es de constantes cambios y volantazos sin importarle demasiado que puedan opinar sus fans, los críticos y mucho menos las discográficas, el tipo hace lo que se le viene en gana, su ultimo trabajo como solista es un experimento sonoro junto al productor Daniel Lanois titulado Le Noise (2010). 
Americana su nuevo álbum junto a los Crazy Horse es un disco de versiones sobre clásicos folk como “Oh Susannah”y “Clementine”, el trabajo se caracteriza por las guitarras sucias y desprolijas como si estuvieran grabadas en algún ensayo de garage o en alguna taberna a la vera de la ruta , no hay lugar para arreglos acústicos ni cuerdas, Neil Young y sus Crazy Horses rockean estos clásicos del folk en algunas ocasiones quedan bien parados como en “Jesus Chariot” o la ballad murder “Tom Dula” y en otras no tanto sonando sin frescura y un tanto monótonos “This Land is Your Land” o “Get a Job”.
Dentro de la espectacular trayectoria que Neil Young tiene como cantautor y la riquísima discografía que lo respalda lo transforman sin dudas en uno de los mayores referentes del rock viviente junto a Bob Dylan y Leonard Cohen, bajo este contexto Americana va a quedar en la historia como un trabajo menor y sin ningún tipo de trascendencia.
Lean Ruano.-


STAND BY ME - BANDA DE SONIDO (1986)


Si a un amante de la historia del rock se le preguntara cuándo y dónde le gustaría haber nacido, la respuesta sería probablemente que en la década del ‘40, en alguna ciudad no demasiado pequeña de los Estados Unidos. ¿A quién no le hubiera gustado ser contemporáneo de los sucesos que constituyeron la aparición del rock & roll? No habría hecho falta Internet para descubrir a los grandes eslabones perdidos que casi no aparecen en compilaciones en CD, ya que habríamos vivido en carne propia el surgimiento del género, con todos los fenómenos que esto implicaba (como la revelación de la juventud y prohibición parental ante la tendencia a enloquecer en las pistas de baile agitando las caderas y celebrando el “mal gusto”). Asimismo, también habríamos sido testigos del pack sesentoso que incluye grandes éxitos como la oleada británica, el verano del amor californiano y el underground neoyorquino.
Digamos entonces que si hubiéramos nacido en los ‘40 en Estados Unidos, podríamos haber protagonizado la historia que se narra en Stand by me (Cuenta conmigo1986), el film de Rob Reiner basado en la novela The Body de Stephen King. La banda de sonido utilizada en la película establece un paralelismo entre la música y la experiencia de los personajes: se trata del rock & roll en plena pubertad, ya consolidado como género, explorando los distintos caminos posibles.
El primer tema, “Everyday”, de Buddy Holly, ofrece en una melodía agradable e inocente un pantallazo de nuestra situación: “cada día se va acercando, yendo más rápido que una montaña rusa”, los ojos no nos alcanzan para verlo todo y debemos estar ahí cuando los hechos ocurran. Mientras, el título del éxito del dúo Shirley and Lee, “Let the good times roll” ("Dejá los buenos tiempos rodar") habla por sí mismo, rezando carpe diem, vivamos la plenitud del momento. Esto nos abre lugar a los Del Vikings con “Come go with me” ("Vamos, vení conmigo"), que no sólo se corresponde con la prédica del culto a la amistad que propone el film, sino que además, al ser este grupo vocal uno de los primeros en conformarse por miembros negros y blancos, es una perfecta imagen de lo que ocurría en aquellos momentos con la segregación racial, cada vez menos notoria gracias a la confluencia de culturas que fue el rock & roll. Por otra parte, la letra de “Get a job”, de los Silhouettes, se inserta en la vida de cualquier adolescente rebelde que debe ajustarse a las reglas de la estructura social (“cada mañana ella me echa de la cama gritando ‘¡conseguí un empleo!’”). El enérgico piano de Jerry Lee Lewis en “Great balls of fire” sintetiza la efervescencia juvenil de la época en la famosa escena en la que un grupo de jóvenes va en un auto bateando los buzones de un típico suburbio, es decir, una juventud corrompida destruyendo de a poco los cánones de una conservadora sociedad norteamericana. Para finalizar, la balada de Ben E. King que da título a la película se posicionó como un enorme hit y fue versionado en innumerables ocasiones, instituyendo su progresión de acordes como formato clásico.
Esta joya entre las bandas de sonido resucita en forma resumida ciertas personalidades de los ‘50 que si bien jamás fueron olvidadas, la historiografía cotidiana las relegó a un lugar secundario ante otros personajes más notorios como Elvis, Little Richard o Chuck Berry. No podemos desafiar físicamente nuestra dimensión espacio-temporal, pero gracias a recopilaciones como esta podemos sentir cada día de Buddy Holly acercándose nuevamente.
Juan Irurueta.-

lunes, 3 de septiembre de 2012

THE BEACH BOY - THAT´S WHY GOD MADE THE RADIO (2012)


El nuevo disco de los Beach Boys es extraño, aunque, por momentos, recupere algo de la mística de este grupo histórico. ¿Autoreferencial? Sí, por supuesto. ¿Nostálgico? Obvio, ¿qué duda cabe? ¿Contiene música pasada de moda? Definitivamente, no. Por algo el sonido y las extraordinarias armonías vocales del grupo de Brian Wilson siguen siendo imitadas (y afanadas) por medio mundo en el rock actual, desde los Fleetfoxes a Animal Collective. A pesar de eso, parecía irreal poder concebir el regreso de Los Beach Boys, ya que parecen un avión averiado al que se le desprendió una de sus alas, debido a la muerte de Dennis y Carl Wilson, dos de los integrantes originales del quinteto. Sin embargo, Brian Wilson, Mike Love y Al Jardine -junto a sus viejos colaboradores musicales Bruce Johnstone, el guitarrista David Marks y Jeffrey Foskett- se dan el gusto de rearmar la banda, a partir de sus restos ilustres, y celebrar su 50 aniversario a todo trapo con este dignisimo trabajo. Porque, definitivamente, el mérito de That´s Why Made the Radio es traer de regreso la vieja magia imperecedera de Los Beach Boys, esa música milagrosa que, instantáneamente, ponía en marcha nuestra moviola mental logrando algo que muy pocos grupos han hecho: captar nítidamente un estilo de vida, preservando esa visión de alegría y juventud, desde "I Get Around" hasta hoy. Porque es así nomás, cada vez que suena alguna canción de los Beach Boys es imposible no imaginar cuerpos bronceados, palmeras, mar y arena; playas interminables de agua cristalina y cielos azules; hermosas chicas californianas con diminutos bikinis, y muchachos portando tablas de surf. Interminables jornadas de aventura y diversión. El símbolo de una California soleada y feliz que tal vez ni siquiera existió jamás. Esa fantasía también es parte de la grandeza de un grupo que alcanzó su cumbre lírica con discos impresionantes como Pet Sounds (1966), Sunflower (1970) o Surf´s Up (1971).
Por lo pronto, este álbum nuevo comienza con el emotivo “Think About the Days”, en donde estos viejos amigos nos susurran maravillas. Luego llega “That´s Why God Made the Radio”, el primer corte de difusión, un muy buen slow rock, complejo y atractivo. Mientras que “Isn´t it Time” y “Spring Vacation” (éste último, casi, un repaso al pasado del grupo) son dos buenas canciones con gran gancho comercial, en sintonía con el sonido FM. Lamentablemente, el disco cae en un pozo con la inclusión de “The Private Life of Bill and Sue” y “Beaches in Mind” (de Wilson y Love, respectivamente), dos canciones modestas que se acercan peligrosamente al estilo horrible del exitoso “Kokomo” (incluido en la banda sonora del film Cocktail, a fines de los ´80). Por suerte, recuperan la buena senda con “Shelter”, un tema en donde Brian Wilson vuelve a dar rienda a toda su megalomanía, afanándole (como en el pasado) un poco de grandilocuencia sónica a ese otro loco llamado Phil Spector. Mas tarde, es el turno de “Daybreak Over the Ocean”, un viejo tema poco destacado, compuesto (¡en 1978!) por Mike Love; y “Strange World”, una canción maravillosa de Wilson, de desconcertante belleza, que con su magnificencia recuerda al clásico “Then I Kissed Her” (¡esas castañuelas!). Sin dudas, el marco ideal antes de que comience el plato fuerte del disco: la “Life Suite”, un conceptual paseo temático en donde Wilson nos regala tres canciones de excepción: la sutil “From There to Back Again”; la etérea y playera “Pacific Coast Highway”, dedicada a la memoria de Dennis; y la dulce “Summer´s Gone” (¡co-compuesta con Jon Bon Jovi!), un emotivo cierre en donde Brian recuerda a su hermano Carl y a su madre, ambos fallecidos a fines de los ´90. El mejor final posible para un disco conmovedor que se saca de encima, por un rato, la profunda tristeza y melancolía –además de la sombra de vejez y muerte- generada por tantos veranos imposibles de recuperar. 
Emiliano Acevedo.-   


FIONA APPLE - THE IDLER WHEEL ..... (2012)


Cuatro discos en dieciséis años de carrera demuestran que Fiona Apple se toma su tiempo para editar sus trabajos, a la cantante y pianista le gusta hacer las cosas a su manera y sin apuros pero la espera siempre vale la pena, todos sus álbumes son de una calidad impresionante, de un altísimo nivel compositivo desde su debut con Tidal (1996) cuando apenas tenia dieciocho años la neoyorquina mostró ser una chica con carácter fuerte plasmando en sus descarnadas letras todos sus traumas y obsesiones desde sus problemas de anorexia y violación hasta sus continuos conflictos de ruptura con sus amantes, de hecho su anterior trabajo el polémico Extraordinary Machine (2005) estaba íntegramente dedicado a su ex pareja el cineasta Paul Thomas Anderson.

Este nuevo trabajo de Fiona Apple abarca matices para todos los gustos desde la jazzera “Left Alone”, pasando por el blues añejo de “Hot Knife” y el pop en “Warewolf”, no hay grandes orquestaciones en el disco y la mayoría de las canciones están sostenidas por instrumentos básicos principalmente la voz y el piano y es fundamental el tratamiento que se le da a la batería y a las diferentes percusiones que acompañan las canciones creando distintos tipos de climas y atmósferas.
Para los amantes de los arreglos intrincados, pianos machacantes y disonancias este disco va a estar a la orden del día, es un trabajo que requiere varias escuchas y no se puede desmenuzar en una oída rápida hay que estar atentos para disfrutar cada sonido y cada fraseo que The Idler Wheel…. nos ofrece.
Tardó pero llego, Fiona Apple esta de vuelta más madura que nunca pero siempre igual de desafiante con sus melodías de alto vuelo.
Lean Ruano.-

JUANA LA LOCA - PASTILLAS PARA EL DOLOR (2012)


Una de las principales bandas de la década del noventa esta de regreso con nuevo disco bajo el brazo, Rodrigo Martín líder y único integrante fundador de Juana La Loca nos presenta Pastillas Para el Dolor, pioneros de la movida sónica de principios de la década del noventa fueron parte importante del “Nuevo rock Argentino” apadrinados por Daniel Melero , lograron grabar su primer trabajo Electronauta en 1993 luego de telonear a Soda Stereo en Obras cuando el trío presentaba Dynamo (1992) , al cual les siguió Revolución (1995) y alcanzaron su pico de popularidad con Vida Modelo en 1997, las constantes diferencias artísticas y personales de los integrantes de Juana con Rodrigo Martín lo llevaron a cambiar permanentemente de formación y prácticamente no grabar dos discos con los mismos músicos, el nuevo milenio encontró a la banda con algunos altibajos pero de todas formas se las arreglaron para editar Belleza (2002) y Casablanca (2005) que aunque no gozaron de tanta repercusión mostraban que Rodrigo Martín seguía con la pluma intacta a la hora de componer canciones de pop/ rock sugestivas y sensuales y jugar con cierta psicodélia que siempre estuvo presente en los trabajos de Juana La Loca.

Este nuevo álbum el séptimo en la carrera del grupo vino precedido por el Ep Instito editado en 2008, Pastillas Para el Dolor es un clásico álbum de rock con guitarras al frente y nos muestra toda la influencia de melodías brit que siempre ha destaco a la banda, esa mezcla perfecta de armonías pop tomadas de Blur y Oasis con las guitarras afiladas de My Bloody Valentine y cierta atmósfera bailable de The Charlatans todo eso es Juana La Loca, quizás la banda argentina con mayor influencia británica, pero con una identidad propia e inconfundible, con un sonido muy particular que los define tanto a la hora de grabar como en sus explosivos shows en vivo, temas como “Huyamos del Destino”, “Lulu” y “Recuerdos del Futuro” dejan en claro que la banda esta en perfecto estado a la hora de componer potenciales hits. “Tu Instinto” es el primer corte y cuenta con toda la impronta rocker que identifica al grupo. En el disco participan Jimmy Rip (ex guitarrista de Mick Jagger) y Clavo Actis (bajista de Manal y Javier Martinez), editado por el sello Ultrapop con el apoyo de Warner Chapell. Juana La Loca esta de regreso el rock argentino lo necesitaba.
Lean Ruano.-